Cartas de amor con café
31 enero, 2007
Cada mañana, en el bar de siempre, me encuentro con Mikel. Me divierte ese aire de niño pícaro que desprende a pesar de sus cuarenta. Canta una canción mientras me desayuno el sueño como si fuera algodón de azúcar. Me gusta imaginar que me canta a mí y que siempre quiso escribirme cartas de amor. Qué poco me apetece escapar de mi refugio de café con leche!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 descerebrados:
Publicar un comentario