Aquí estoy, anulando citas. No es que fuera importante (o quizás sí), la de cada semana, con mis padres, para cenar y dormir. Al final cena sí, pero no me quedo. Y es que today I feel like staying home. Últimamente me siento desdibujada, borrosa, esponjosa, derivada (se puede decir derivada cuando una siente que va a la deriva?) No sé que me pasa, será la astenia primaveral, será que este año ha sido un año de aniversarios: ya hace un año y medio desde que […], un año y dos meses que empecé el […], va a hacer un año que acabé el […]. Será que me perdí cosas y me siento un poco unplugged. Hoy no ha sido un día productivo, la concentración revoloteaba en torno a mi cabeza pero no se posaba. Me he dedicado a observar. Dicen que los nacidos bajo mi signo hacemos eso, observamos a los demás como si los diseccionáramos bajo un microscopio gigante. Me gusta observar y quisiera poder aprender por osmosis todo lo que me gusta de cada persona que conozco para convertirme poco a poco en un ser perfecto e inacabado.
Hoy he observado y además he comprendido. Y he descubierto a una persona, cercana en el pequeño espacio físico que compartimos en el trabajo, que me ha fascinado. Lleva meses ahí. Al principio la miré (a esa persona) con diversión y asombro (no encuentro la palabra, me sale amusement, en inglés, así que uso dos palabras en lugar de una). Luego la miré con aburrimiento y cierto desdén. Y poco a poco se desenfocó hasta que solo veía una mancha de color borrosa. Hoy se ha enfocado un poco y ahora la miro con curiosidad y respeto. Hoy he leído algunas de sus palabras y me he sentido encuriosida (hoy no me salen las palabras en mi idioma) y también celosa, porque me gustaría que algunas de sus frases, de sus expresiones fueran mías, y poder guardarlas en cajitas de colores hasta encontrar el momento perfecto para usarlas. Porque estoy cansada de mostrar mi lado más anguloso, de ser todo aristas. Quiero ser todo curvas y piel suave.
Y he sabido cosas. Algunas ya las había sospechado por frases sueltas de conversaciones que no me pertenecían: que tiene muchos amigos, que no tiene padre, que le gusta viajar, que hubiera preferido nacer en Londres o Nueva York Y ahora quiero saber más, ver más.
Después de leer sus palabras me he sentido un poco mal, una intrusa, como si hubiera hecho algo que no debía, como si hubiera espiado por la cerradura. Me he dado cuenta de que nunca hemos mantenido una conversación. Esta mañana me ha hecho un comentario amable sobre un correo que le he enviado con las fotos de mis gatos y yo le he contestado con media sonrisa, solo media, ni siquiera entera, y he seguido con lo mío. Ahora, después de leer sus palabras me gustaría decirle, Yo no soy así, y ahora sé que tampoco eres así y alo mejor me ganaba una invitación a café o alo mejor un gesto desdeñoso. Esta tarde subía a devolverle algo a alguien en la planta cuarta y me lo he encontrado sentado en la escalera solo, fumando un piti. Un mirada furtiva y un casi sordo Hola es todo lo que hemos intercambiado.
Pasan de las siete, es hora de irse, recojo y digo adiós. Últimamente ya no digo Hasta mañana, solo me sale un adiós por lo bajini como si pidiera perdón y me marcho con prisa. Cuando salgo del edificio me sale el mismo adiós para la recepcionista. Ya no me esfuerzo en aprender sus nombres, no desde que ya no está él, aquel chico alto, guapo, de voz de terciopelo que era tan mi tipo. Hoy ya sé que para nada lo es, demasiados peros, demasiadas incompatibilidades, demasiado esfuerzo. Me encamino al tren pero me paro en una tienda de todo a cien. Igual si compro algo insustancial y superfluo me calmo. Mientras paseo por la tienda me repugnan las injusticias que gritan las etiquetas de los precios. Salgo de allí con un cesta azul, dos fundas de cojines y la misma sensación de vértigo que me ha acompañado todo el día.
Hoy solo quiero sofá, poca luz, mirar por la ventana abierta y mi gata en las rodillas. I feel like staying Home.
